La poda de las palmeras en altura es un trabajo técnico y complejo, valoraremos siempre las diferentes opciones en función del tipo de palmera y el trabajo a realizar.
Procedimiento a seguir para podar palmeras
Para realizar una poda de palmeras de manera correcta, siempre accederemos con métodos no dañinos para el tronco de la palmera como las famosas espuelas. Lo haremos con bicicleta, plataforma elevadora o estribos. Accederemos siempre de forma segura lo que nos permite enfrentarnos en la mayoría de ocasiones a un tronco liso y de difícil ascenso de manera cómoda y controlada.
Por otra parte debemos tener en cuenta tanto el factor morfológico como el fisiológico de las palmeras, que para poder podarlas hay que conocer.
Cuándo podar las palmeras
Cada palmera tiene su estación o época del año específica para ejecutar la poda en función de la floración y de la parada vegetativa invernal así como de requerimientos específicos.
Palmera Canaria
De ser posible podaremos las palmeras canarias en invierno, así evitaremos el ataque del picudo rojo. Desde que el picudo rojo de las palmeras entró en España, cambiamos la época de poda al invierno. De esta manera, se reduce así el ataque del mismo, ya que con los cortes nuevos se segrega una enzima que los atrae infectando así la palmera.
En invierno cuando el picudo está menos activo sería la época idónea. Siempre aplicando un tratamiento específico después de la poda.
Palmera Washingtonia
En cambio, se recomienda podar las palmeras washingtonias a mediados o finales de primavera. De esta manera las vainas de los frutos ya habrán madurado y al podarlas y extraerlas evitaremos la caída de las típicas bolitas negras que tanto ensucian nuestros pavimentos y jardines.
Beneficios del mantenimiento de las palmeras.
Con la poda de mantenimiento y control periódico tendremos palmeras limpias y bonitas, aseguraremos la buena salud y la correcta vitalidad de la palmera. a nivel de seguridad evitaremos posibles desprendimientos de hojas secas sobre zonas de paso y a la vez reduciremos el posible riesgo de incendio que supone la gran cantidad de hoja seca acumulada en nuestro jardín.